Residuos
La gestión de residuos supone uno de los principales servicios públicos esenciales de competencia municipal que requiere de la colaboración ciudadana, la participación de distintos agentes y la inversión en infraestructura, tecnología y sistemas de gestión suficientes para alcanzar tasas eficientes de gestión.
Esto ha conllevado la generación de distintos modelos de gestión y de financiación que han ido adoptando distintas entidades locales según sus características y en función de las políticas estatales y autonómicas que se han llevado a cabo en cada caso y en cada momento.
Es necesario por tanto, seguir abriendo espacios de diálogo y de intercambio de experiencias, que permitan vislumbrar cuáles son los distintos modelos de gestión que pueden permitir afrontar los retos del presente y futuro de la forma más eficiente posible.
En relación al cambio climático, si bien este sector es uno de los minoritarios dentro de los denominados sectores difusos (suponen el 4% del total de las emisiones de CO2 y el 6,5% de las emisiones de los sectores difusos) en cuanto a la generación de emisiones GEI (Gases de Efecto Invernadero), si posee un potencial de mejora y puede contribuir, a través de la aplicación de la jerarquía de gestión de residuos, a alcanzar índices incluso positivos.
Es por ello que tanto la Ley de 22/2011 residuos como en el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos, hacen referencia a esta necesidad de mitigación de CO2.
Asimismo, la mejora de la gestión de residuos basado en un cada vez menor depósito de los mismos en vertedero, abre una nueva sociedad del reciclado que puede generar oportunidades económicas y por tanto de empleo, en la reutilización y reciclaje tanto de la fracción más abundante, la materia orgánica, como de determinados materiales para suministrar nuevas materias primas secundarias a otros tejidos productivos, además de la necesidad de la aplicación de nuevas tecnología en la gestión de residuos que permitan alcanzar tasas de gestión y reciclaje cada vez más exigentes.
